2.11.13

Creo que he vuelto.

Noche de reencuentros. Noche de gritos de felicidad. Noche de bailar hasta la madrugada. Noche de miles de colores. Ellas salen en tacones, ellos con ganas de conquistar. Pero luego estamos tú y yo. No hace falta que silbe para que vengas; en menos de un día has descifrado mis miradas. Que no, que no te conozco pero me puedo hacer una idea. Y como quien no quiere la cosa, te tengo enfrente de mí. Dos miradas azules se mezclan, dos mundos totalmente diferentes colisionan.

Y, como dicen los versos de Bécquer, clavas en mi pupila tu pupila azul.

Tus ojos me sonríen y no puedo evitar sonreír yo también. Noche oscura, noche que esconde mis mejillas sonrojadas. Tu mirada sigue puesta en mí. Cuanto llevas así, ¿unos segundos? Parecen siglos… Te sostengo la mirada y mis manos tiemblan. ¿Hace demasiado frío o es tu mirada lo que me eriza la piel? Te acercas un poco. Tu cara tiene la misma expresión que cuando te conocí: todo ojos azules, sonrisa pequeña y ganas de conocer(me). Dilo. Dilo y te mostraré los fantasmas que habitan en mí. Pero tu boca sigue sin abrirse y tus ojos azules se acercan cada vez más. Puede parecer imposible pero llevo más de un minuto sin apartar la mirada. Almas gritan en busca de felicidad y la tuya sólo grita un ''vayámonos lejos, muy, muy lejos''. ¿Cómo puede ser que una mirada tan azul, tan cristalina exprese tanto deseo?

Miradas unidas, alamas separadas. No, no pertenezco a este lugar, no te pertenezco. Finalmente, después de muchas palabras nunca dichas, aparto la mirada. Una sonrisa amarga asoma en mis labios y los tuyos sólo dejan escapar una risa. Ambos sabemos que este juego de miradas sólo quedará en eso: un juego. Y ambos sabemos que sigues muriéndote de ganas de conocerme y yo de que lo digas. Dilo y te mostraré cómo dos pupilas azules pueden colisionar en una noche. Una noche mágica. 


‘’Que rían tus ojos al verme llegar.’’


¡Cuánto echaba de menos volver a casa! Y con casa me refiero a este mundillo. No sabéis cuánto me arrepiento de haber estado tan ausente. No voy a prometer que esta será la definitiva, que esta vez me quedaré para siempre. Lo que sí prometo es seguir escribiendo, sea donde sea. Y espero cumplir la promesa de publicar, como mínimo, un texto cada mes. (realmente lo deseo)
¿Y quiénes son estos ojos azules? La verdad es que ni yo misma lo sé. Lo supe durante una noche, nada más. Así que no hagáis mucho caso a estas locas palabras porque, las frases bonitas siempre (siempre) se las escribiré a mi perfecto desconocido.


*Laura.