25.2.12

Y otra vez, la misma canción de siempre.


Siento que me falta algo, palabras por decir, recados que informar. Quizás alguna palabra bonita a punto de derramarse que nunca llegó a caer, abrazos que dar, miradas que sentir, corazones que tocar, canciones que escuchar, lugares que visitar, palabras que me emocionen, sonrisas que me enamoren, sentimientos que expresar. Quizás tan sólo sea uno de esos días en que todo te parece absolutamente mal, que ni si quiera debería de existir en el calendario. Pero lo cierto, es que si existe. Y se quedará ahí, con la etiqueta de ‘’un día más’’. Es como si el mundo girara, girara pero yo sigo aquí, quieta, inmóvil. Es como si estuviera esperando algo, quizá todo, quizá nada, pero sigo esperándolo. Puede que la mejor manera de sentir algo nuevo sea salir de estas cuatro paredes, dejarlo todo atrás, salir de la caja de cristal. Pero, lo cierto, es que me da demasiado miedo salir de la caja, romperla y que ya nada sea como antes. Creo que este paseo no me ayuda, no me dice nada nuevo. Tan sólo me vuelve a explicar una y otra vez lo mismo: ‘’Algún día llegará’’. Sí, algún día... ¿Alguien me puede decir cuándo será ese día? Es como una de esas canciones repetitivas que se te meten en la cabeza y hasta que no escuchas otra canción no se irá. Pues esto es lo mismo pero sin la segunda canción. Cada día lo mismo; la sensación de que se me olvida algo, de que hay una pieza que no encaja. La verdad, no cambiaría nada de mi pasado pero sí de mi futuro, de lo que me espera. Quiero cambiarlo todo, desordenarlo, arrancarlo, poner una pincelada de amor aquí, otra de serenidad allá. Y luego mirarlo fijamente y volverlo a cambiarlo todo sin la preocupación de que algo se pierda en el camino. Aún con la sensación de que se me olvida algo dentro, veo la evolución de este texto que en realidad deberían haber sido cuatro, quizás cinco frases chorras, sin sentido pero queriendo expresar algo: la desilusión de que cada día sea igual. 





















No es divertido cómo día a día nada cambia, pero cuando miras hacia atrás todo es diferente.
*Laura.

20.2.12

Coleccionista de sonrisas.


¿Te quieres unir al club? Es muy fácil. Consiste en hacer reír o sonreír a alguien y quedarte mirándole el tiempo que creas necesario como para que la magia de su sonrisa, te invade. Pero tiene que ser de una manera natural, no forzada. Tan sólo siente la magia, la chispa de una simple curva, que puede cambiar la vida de muchos. Deja que su energía te transporte a un nuevo lugar, un lugar para soñar. Y deja que su gran felicidad se adueñe de tu cara convirtiéndola en una sonrisa, también. Para coleccionarla sólo tienes que sentir la felicidad del otro traducida a ese brillo en los ojos y su sonrisa. Y grabártela bien en la memoria. Pero si primero no hay magia, luego no hay sonrisa coleccionada. Sí, sé que hay sonrisas que no vale la pena guardar. Si no sientes su felicidad no hace falta ni que sigas mirando. No hay más. En cambio, otras te marcan. Y hay veces que demasiado. Pero, la verdad, vale la pena recordarlas. ¿Qué cual es el objetivo de coleccionar sonrisas? Muy fácil. Al final del día ser feliz recordando las pequeñas sonrisas que te han hecho sentir una magia especial. Está claro que algunas las podrás borrar. Si crees que no te han aportado nada nuevo o no son importantes, olvídalas. Eso sí. Si hay alguna sonrisa que te creó esa magia pero a día de hoy ya no sientes nada, guárdala. Si en su día te hizo feliz, significa que fue importante, y si fue importante merece la pena guardarla. Ser coleccionista de sonrisas es bueno, puede resultar un tanto raro, pero es parte de la felicidad día a día. Una sonrisa puede expresar tanto y nada a la vez… Tan sólo hay que aprender a ver cuáles son las verdaderas, las que se sienten de verdad, y las falsas. Si sabes diferenciarlas bien y consigues que 7 sonrisas diferentes de personas diferentes te marquen, serás una coleccionista de sonrisas profesional. Yo, aún, estoy en camino. Sé de sobras cuáles son las verdaderas y las que no, y, de momento son 2 las sonrisas que me han marcado bien. Tengo una larga vida por delante y muchas (muchísimas) las sonrisas que debo coleccionar.  

Yo sonrío, ¿tú no?
*Laura.

19.2.12

A veces necesitamos cambiar un poco para encontrarnos a nosotros mismos*



[Y yo lo he hecho a lo grande.]

(Necesito opiniones-ya sean buenas o malas-sobre al cambio del blog. Gracias)
*Laura.

15.2.12

Palabras suplicando un simple perdón.


Gente, mucha gente. Gente de todo tipo. Gente falsa, gente enamorada, gente preocupada, gente medianamente feliz, gente que espera sin reloj a otra gente, gente que corre tras un sueño. Pero se quedan en eso: gente. Nadie especial, nadie sincero, nadie. Sólo veo sonrisas falsas, carcajadas forzadas. Nadie quiere estar en su situación, nadie quiere a nadie. Silencios que matan, miradas furtivas. Más gente que pasa y, cómo no, todos con la falsedad por delante. Se oyen unas risas, pero ninguna sincera. Me quedo en una esquina. No sé qué hacer, no sé qué decir. Estoy sola, rodeada de gente, pero al fin y al cabo sola. Una casi morena que ya se va. Ella, la única que sigue aquí, conmigo. Sigo en un rincón. Las piernas me tiemblan. No les tengo miedo, solamente hace mucho frío aquí afuera. Oigo unas voces. ¿Son para mí? Efectivamente. Pero, como siempre, falsos cumplidos. Porque las solicitudes para entrar en nuevo grupo se cerraron hace ya tiempo o, simplemente, me echaron de ese grupo por no tener los requisitos adecuados. No me importa. Además, mejor sola que mal acompañada. Si supieran la caja de sorpresas que tengo que ahora mismo está cerrada, pero que algún día volverá a estar abierta, se lo pensarían dos veces. Pero, claro, no voy a la moda. Se ve que ahora la moda es de aparentar ser alguien que no eres. A mí, eso no me va. Soy como soy. Palabras suplicando un simple perdón. Mi boca no cede, no les da lo que quieren oír. Y mis pies son más rápidos y se alejan volando de este lugar dónde la gente (que siempre se quedará en gente) sigue son sus vidas, sea cual sea esta. 



Escapa, grita, siente tu voz. Pero nunca te sientas sola. Vales más que todos ellos. 
*Laura.

10.2.12

Dreaming is believing.

Lo mejor de recordar es que puedes regresar cuando lo deseas, nadie te puede robar o impedir eso. Quizá lo que más me impacta es que, siempre que vuelves, el recuerdo es diferente. Y si el recuerdo es diferente, uno lo acaba siendo también, porque ahí están tus raíces y si tus raíces cambian, también cambiará tu tronco...



-Si tú me dices ven lo dejo todo...pero dime ven.


Muchisimas gracias a Want to be perfect~ por el premio. Siento que de alguna forma, ella, piensa en mí y me tiene en cuenta. Miles de gracias, te mereces lo mejor.



[Necesito doble dosis de inspiración.]
(Y rápido, por favor.)