30.12.12

Dos (grandes) años.


 Sentada en la misma silla chirriante de hace dos años, intento imaginar el futuro que nos depara. Sé que no será igual a cómo yo me lo imagino pero espero que se acerque. Puedo oler un futuro lleno de magia, de amor, de esperanza. Un futuro que me hará más feliz, un futuro lleno de cambios maravillosos. También me llega el olor del perfume que he llevado estos dos últimos años y no puedo evitar acercarme a él. Es como si ese olor contuviera demasiadas sonrisas como para pasar desapercibido. Pero que no, que no tengo suficiente con lo que he vivido. Quiero más. Lo anterior me sabe a poco.
 Con la banda sonora de estos dos últimos años de fondo puedo recordar (y tocar) todo lo vivido anteriormente.
 Mi querido Diciembre es el primero en aparecer. Dejémosle aparecer el primero y así, después, su sabor agridulce no será tan amargo. Sonrisas en mi rostro cada vez que el señorito Diciembre me llamaba. Y sonrisas más amplias al estar a su lado. Pero ¡oh! que tenemos aquí: una llamada de teléfono terminada con un hasta siempre. Sí, mi querido Diciembre, siempre te recordaré muy a pesar de las lágrimas que siguieron dos meses más tarde.
 Pero bueno, veo que llegan tres señoritas muy amables y no, no me ayudan a levantarme: se sientan conmigo y me hacen reír ¡vaya si me hacen reír! Aún así sigo pensando en mi casi morena que es la que más sonrisas me saca.
 Llega el verano y con él la libertad, la felicidad infinita, los amores enloquecidos. Son tan enloquecidos que no llegan ni siquiera a ser amor. A pesar de todo, mi mes menos favorito (Agosto) me hizo sonreír y se lo agradezco.
 Aparece un nuevo curso, un nuevo futuro y acaba destrozado a más no poder. Las tres señoritas de antes se separan, se pelean, se odian, se vuelven a querer y, finalmente, se dicen adiós. Mentiría si dijera que no me dio pena nuestro final pero es que la situación no daba más de sí. Todas cambiamos, unas para bien y otras para mal, así que nuestro final, al fin y al cabo, era más que esperado.
 Sé que aún me queda (y me quedará siempre) mi casi morena con una sonrisa de oreja a oreja. Las risas que provienen de todos los viernes por la tarde de 3 a 7 son risas de felicidad. Creo que las puedo oír y me uno a ellas. Todas las fotos, todas las canciones, los textos, las cartas, los libros, las pulseras, todo, son lo que más me ha gustado de estos dos años. Esa sonrisa y esos ojos marrones han estado ahí incondicionalmente, pasara lo que pasara. Y me alegro de que sea ella la única que siga aquí, conmigo.
 Los meses siguen y las personas van y vienen. Unos amores a través de la pantalla del ordenador y varios desconocidos son los que me sacan las sonrisas que huelen a amor. Pero que luego son decepciones y al corazón no le importa.
 625 km que separan nuestros cuerpos pero no nuestros corazones. Esta rubia más mayor que yo es la que me entiende a través de una pantalla. Sus comentarios y nuestras conversaciones son el motivo de mi sonrisa cuando estoy en esta silla chirriante. Sé que algún día la podré abrazar y podré decirle, al fin, que fue lo mejor que me ha pasado en meses.
 Luego están L y M, esas locas que no se conocen de nada pero que tienen tanto en común. Sangre catalana corre por sus venas y el inglés lo dominan a más no poder. Dos locas que me han sacado sonrisas con cosas tan simples como la palabra topo o los miércoles de verano en nuestras casas.
 También están mis pequeñas princesas y mi princesa mayor (mis primas). Ellas son las cosas más bonitas que existen. Las tardes con ellas o los largos findes de semana son lo mejor. Sus sonrisas inocentes transmiten una felicidad tan extrema que hacen que sonría yo también. Y qué decir de las comidas familiares. Las risas están aseguradas y verlos todos tan unidos (muy a pesar de todo) me hace feliz. Las tardes con mi tete que, a pesar de que me enfade con él, lo quiero mucho y quiero seguir riendome con él sobre cualquier tontería.
 6 de abril fue la fecha más esperada de todas. Fue la fecha en la que cumplí mi primer sueño, el más grande de todos: verle en concierto. Y así fue. Pero esto no se acabó ahí: ¡16 de marzo, voy a por ti! Aunque no tengamos el mejor sitio en el que verlo, sé que ahí vamos a estar bien, que vamos a cantar y gritar y bailar y cumplir nuestro sueño igualmente. Lo sé porque nos acompaña una belieber y una swiftie que, en pocos meses se ha ganado nuestra confianza y es igual que nosotras: mi (segunda) Laura. La quiero, nos comprende y se puede hablar con ella de todo.
 Los demás momentos de estos dos últimos años son cosas sueltas pero, ni mucho menos, menos importantes. Son cosas que no tienen ni pies de cabeza pero que están ahí, haciéndome sonreír cada vez que las recuerdo.
 19 de junio y un único CD: Believe. Ha crecido, nosotras con él, pero la esencia de su música sigue siendo la misma. Sus letras y su voz es la única capaz de tocarme la fibra sensible. 22 de octubre y las canciones escuchadas en 1 hora y media. All too well y Come back, be here ya forman parte de mi, están incrustadas en mi ser. Ed Sheeran es un pelirrojo muy guapo que con su dulce voz y sus románticas canciones enamora a cualquiera. Skins es una serie que, aunque no sea adecuada para nosotras (cuando hablo de nosotras hablo de mi casi morena y yo), la hemos visto igualmente hasta el final. La emoción de cada capítulo y las personalidades de cada personaje hacen de ella una serie especial. Los Juegos del Hambre es la mejor trilogía que existe. Con estos tres libros he reído, he llorado, me he emocionado y me he sentido parte de una rebelión. Todos y cada uno de los libros (que no son pocos) han hecho de mí la medio-escritora que soy hoy. Todos ellos me han enamorado y me han quitado el sueño y me han hecho ver cosas que nunca podría haber visto sola.
 Las películas, los textos en el blog, las canciones nuevas jamás escuchadas, las pequeñas frases que se dicen sin pensar pero que tienen un gran significado, los perfumes, las fotos en Narnia, los collares regalados, los CD’s, las clases divertidas en el instituto, las horas estudiando, los trabajos en grupo, las amistades fuera del instituto, las gomas prestadas, los mensajes, las llamadas, los pintauñas, las noches fuera de casa, las historias inventadas en mi cabeza, los abrazos a cualquier hora del día, las conversaciones de mesa a mesa (y eso que estamos lejos), las clases locas de Alemán, los terribles (y magníficos) miércoles por la mañana, los sábados en los que se madruga sólo para ver a Iván chutar la pelota, las tardes por Barcelona, los cumpleaños, las fechas con recuerdos incrustados, las personas que ves en sitios inimaginables de casualidad, los perfectos desconocidos que se tiñen el pelo y que su mirada me recuerda a la mía, todos los te quiero… Todas y cada una de esas (pequeñas) cosas son las que me hacen ser hoy quien soy, son las cosas que han pasado en dos años y que, ni por un segundo, tengo pensado olvidar. Por eso lo plasmo aquí, en el papel, por sé que mis sentimientos son verdaderos y que la única forma de darles vida son aquí.
 La música ha acabado, los recuerdos han cesado, mis dos mejores años han pasado delante de mí en un segundo y me siento orgullosa. No me arrepiento de nada, soy feliz teniendo los recuerdos que tengo.
 El olor embriagador del futuro me envuelve en sus brazos y sé que todavía quedan muchas sonrisas que coleccionar, miradas que enamorar, almas que tocar, palabras por pronunciar, por escribir, por pensar, canciones que escuchar, momentos que recordar, labios que besar, mejores amigas que abrazar, lágrimas que derramar, libros que comprar, que leer, que escribir, conciertos a los que asistir, voces que escuchar, que descubrir, que admirar, personas a las que pintar, lecciones que aprender, relatos que memorizar, veranos, inviernos, otoños y primaveras que vivir, errores que cometer, preguntas que formular, respuestas que dar. Quedan todavía muchas cosas por vivir.
 Estas experiencias vividas seguirán siempre en mí, pase el tiempo que pase, o sea, siempre.


Espero que tengáis un feliz año 2013 y espero que este año sea mejor para todos porque, la verdad, nos lo merecemos. Me alegra pasar otras Navidades con vosotros, bloggers. Gracias.

Adiós 2012, ¡nos veremos en mis recuerdos!
*Laura.

17.12.12

Querido Diciembre, sé que has vuelto.


 Y siempre apareces tú, con esa cálida sonrisa, para recordarme que estamos en diciembre. Es como si con tu fría mirada me quisieras advertir de que no olvidara, de que tú también lo recuerdas todo. No, si no hace falta. Sin tu ausencia puedo recordar perfectamente en qué mes estamos, puedo recordar todo lo que pasó y lo que podría haber pasado.
 Por mi parte, mi sonrisa no puede olvidar el porqué de su causa, que eras tú. Y por tu parte, sé que, esa mirada que ahora no expresa nada, en su día expresó felicidad.
 Que quizá lo nuestro fue un error, una casualidad sin sentido, un juego en el que ambos sabíamos que perderíamos. Pero, creo recordar vagamente, sonrisas en nuestros rostros, miradas sinceras, palabras verdaderas. Así que, de ninguna manera, fue algo para olvidar rápidamente. Eso lo tengo claro.
 Tú, que desde el principio ya me divertías con tus juegos, que con tus frases me enamorabas día a día, ahora tan sólo eres un alma perdida intentando buscar su lugar. Y yo, en cambio, que era un alma perdida y me dejaba guiar por tus frases bien preparadas frente al espejo, ahora soy alguien intentando que no se note mi corazón acelerado al encontrarme con esa sonrisa impregnada de recuerdos.
 Ya ves, me acuerdo de todo, a la perfección. Y sé que tú también lo recuerdas todo, que no puedes evitar voltearte al verme pasar.
 Siendo un error o no, no me arrepiento de escribirte, de recordarte, de querer mirar más allá de tu apariencia porque, al fin y al cabo, sigues siendo mi querido diciembre y eso, nadie, lo podrá cambiar. 


''I think that the worst part of it all wasn't losing him. 
It was losing me.''

Quedan todavía muchas sonrisas que coleccionar, miradas que enamorar, almas que tocar, palabras por pronunciar, canciones que escuchar, momentos que recordar, labios que besar, mejores amigas que abrazar, libros que comprar, que leer, que escribir, lecciones que aprender, veranos, inviernos, otoños y primaveras que vivir, errores que cometer, preguntas que formular, respuestas que dar. 
Quedan todavía muchas cosas por vivir y quiero vivirlas todas. 

*Laura.

5.12.12

'Drops of Jupiter in her hair.'



Copos de nieve bailaban sobre su cabeza. Copos de nieve iluminaban su sonrisa. Copos de nieve que la hipnotizaban, que la hacían volar lejos. La ciudad estaba pintada de blanco y sólo las luces artificiales que suelen poner en Navidad podrían iluminar el camino a casa. Es la estación más bonita del año (aun que ninguna supera al otoño, según Ariadna) pero ésta es una época del año tan bonita, tan llena de sonrisas que es imposible sentirse triste durante esta estación. Es la época del año en la que más sonrisas sinceras hay.

 Ariadna bailaba de camino a la estación. Le hubiera encantado coger un puñado de nieve y lanzarlo al aire, como solía hacer de pequeña. Pero se contuvo, debía contenerse. Bufandas, guantes y miles de camisetas polares rodeaban su cuerpo. No tenía ni una pizca de frío. Así que ella seguía bailando con música en sus oídos y los nervios a flor de piel. Era enero. Era el mes en el que Eric llegaba de Francia. Era el momento en el que por fin se perdería en esos ojos color miel y nunca encontraría la salida. Era el instante en el que se volvería a enamorar de él y no lo dejaría marchar nunca más.

 Su pelo pelirrojo cubierto por un manto de nieve habría enamorado a cualquiera. Pero su corazón latía única y exclusivamente para Eric. Sus pecas escondidas detrás de sus mejillas sonrosadas habrían hecho sonreír a cualquiera. Pero sólo Eric podía darle pequeños besitos en ellas. Su rostro irradiaba felicidad, su mirada transmitía nerviosismo pero su boca decía que no, que todo estaba bien. Y, ¿por qué no? Yo la creía pero en el fondo sabía que la posibilidad de que Eric la hubiera olvidado la comía por dentro.

 Y entre canción y canción llegó a la estación. Un escalofrío le recorrió la espalda y su corazón se aceleró, pero aún así, Ariadna, no perdió la sonrisa.

  Apareció de entre la multitud. Con su sonrisa medio torcida y esos ojos verdes que enamoran. Con su peculiar olor y su chaqueta negra abierta de par en par. Ariadna sonrió infinitamente, de esas sonrisas que se pueden coleccionar. No se necesitaban más pruebas para demostrar que su amor era algo único, mágico. Eric abrió los brazos, Ariadna se abalanzó sobre él y cayeron los dos juntos en la nieve. Pasó todo a cámara lenta, como en una película o como en un sueño: el de ellos dos.

-Veo que me has esperado, mi pequeña pelirroja.

-No te he tenido que esperar. Ha sido como si nunca te hubieras ido. Pero prométeme una cosa: nunca vuelvas a marcharte dejándome sola con este frío infernal.

-Te lo prometo –y se fundieron en un largo y cálido beso. De esos que sólo Ariadna sabe dar y de esos en los cuales Eric, sólo tiene una palabra para describirlos: mágicos. 


'And all I can taste is this moment,
and all I can breathe is your life.'

He vuelto. Y esta vez es para quedarme.
*Laura.

22.11.12

A ella no.


Mi peor pesadilla era perder a Prim. Perderla y, con ella, perder la costumbre de meterle la blusa por detrás y llamarla ‘patito’. Mi peor pesadilla era olvidar el calor de sus brazos al abrazarme, olvidar su sonrisa de niña inocente. Soñaba a veces que gritaba porque se la llevaba Snow para que me derrumbara, como hizo con Peeta. Gritaba tan fuerte que me hacía daño. Y yo no podía hacer nada para salvarla. Esa impotencia que sentía se acostaba conmigo cada noche para atemorizarme. Y sí, conseguía atemorizarme de una manera sobrehumana. Prim, ‘mi patito’, no podía perderla a ella. A ella no. Sin duda, era ella la razón por la que gané Los Juegos del Hambre y, por supuesto, era la razón de que yo siga con vida.
Es entonces cuando estallan los demás paracaídas. Mi peor pesadilla se ha hecho realidad.  


Este relato ha sido creado por mí para participar en un concurso sobre Los Juegos del Hambre. Si os apetece votarme podéis hacerlo aquí: (click aquí)

Estos días ando un poco desaparecida, y el porqué es debido a mi manca de imaginación. Quizá es porque tengo muchas ideas que no se aclaran en mi cabeza y no consigo mantener nada real en el papel. Ni yo misma lo sé. Lo único que sé es que voy a intentar ponerme al día, aclarar mi loca cabeza y después sacaré algo en claro. Por el momento, no hay nada más que hacer que esperar. 

*Laura.

10.11.12

'This daydream is dangerous.'


 Hace frío. Las cortinas bailan al ritmo del aire. El sol parece querer colarse por la ventana pero la oscuridad se lo impide. Las estrellas salen a lucirse mientras que una luna atenta las protege. Mi pelo también baila y tú lo guías. Un mechón se revela. Tú te ríes, yo me enfado. Pero enseguida tus brazos están alrededor de los míos y el mundo cobra sentido. Recuerdo que habíamos puesto mi CD favorito. Oigo la música muy lejana, como si no formara parte de esta habitación. No sé qué canción está sonando.

 Pero me gusta.

 ¿Recuerdas esas tardes de domingo bailando sobre el frío suelo de tu habitación? ¿Y si bailamos hasta destrozar nuestros pies? preguntaste. Y eso hicimos. Ese recuerdo está lleno del dulce sonido de tu risa y de la imagen de tus hoyuelos cerca de mí. Ahora ríes. No sé porqué pero lo haces. Y no tengo más remedio que reír yo también. Impregnas felicidad por allí donde pasas.

 Felicidad.

 Creo que es ese sabor a eternidad. Esa mirada de ojos que enamora. O, tal vez, el estar simplemente a tu lado. Ahora, tu cálida mirada atraviesa la mía como si la quisiera devorar. Entiendo lo que quiere decir pero me hago la desentendida. Te acercas, me miras, te siento, me hipnotizas. Juegas con mis manos, observo tu sonrisa, ¿por qué no me besas ya? preguntas, porque no quiero que este momento se desvanezca nunca digo tímida. Esperanza, miedo, amor, felicidad. Todo esto y más pasa en forma de escalofrío por mi nuca en un segundo.

 Es ahí cuando te beso (es ahí cuando el mundo deja de existir)

 Palabras susurradas al oído, manos distraídas, labios descontrolados. Tu nombre hace eco en mi mente y tu sonrisa en mi alma. Nos sentamos en el suelo que tantas sonrisas ha visto. Respiro, respiras. Te quiero, me quieres. Te abrazo, no me dejes ir. Ya te echo de menos y sólo estás a trece centímetros de mí. Sonríes, tu sonrisa se me contagia. Te lo he dicho miles de veces: impregnas felicidad por allí donde pasas. Y entonces pronuncias las mejores palabras que existen:

-Te quiero.
-Sí, lo sé, pero yo te quiero más.
-Lo sé…

 De repente, el mundo se para y, confusa entre tantos pensamientos, tantas palabras nunca dichas, desapareces como si de un chasquido de dedos se tratase. Sin avisar, sin razones. Es ahí cuando despierto. ¿Cuándo te fuiste? No entiendo nada, nunca estuviste. Intento aferrarme a ese sueño, me cuesta recordar, cada vez te desvaneces más. Polvo, vista borrosa y, finalmente, oscuridad. Ya no estás. Solo ha sido un sueño, un magnifico sueño. Igualmente está incompleto. ¿Quién eres tú? susurro agotada. Así que, donde quiera que estés, te digo que te estoy esperando aquí, en la habitación donde tantos momentos (infinitos) pasaremos.


(lo sé, son palabras locas y desordenadas. 
pero necesitaba quitarme esta descabellada idea de la cabeza. 
es diferente y, quizá (sólo quizá), yo también lo sea.
gracias a mi 'little darling' por completar mis ideas. te quiero.)

''I talk about you like you put the stars in the sky.''
*Laura.

30.10.12

'Desconocidos que alegran tu día.'


 Crucé la calle que tantos recuerdos me producía. Ése era un día normal, los recuerdos volaron de mi mente casi de inmediato. Casi. Una ráfaga de aire se los llevó por completo y seguí mi camino.

 De lejos, unos ojos que parecían azules miraban al suelo. Música sonaba en sus oídos. Debía de ser su canción preferida ya que la comisura de sus labios dibujó una tímida sonrisa. Sí, su mirada era azul, ¡y vaya mirada! 3 segundos bastaron para que mi corazón latiera a dos mil por hora. Sonrisa coleccionadapensé- pero esta va directa al cajón de ‘’prohibido olvidar’’.

 Yo lo conocía. Esa mirada tan cálida la había visto antes deambulando por las calles sin rumbo alguno. Desapareció al igual que había aparecido. Pero supe que al día siguiente, en la misma calle, estaría allí.

 Y así fue.

 Entonces pensé en lo bonito que sería ser su amiga, hablar con él, reír con él. Tan sólo eso. Ni manos ni besos de por medio. Ni amor ni promesas falsas. Sonrisas, preguntas, respuestas y todas ellas verdaderas. ¿Qué color te gusta más: el rojo o el azul? ¿Cuál es tu libro favorito? ¿Cuáles son las pequeñas cosas que te hacen feliz? Una bonita conversación para recordar. Nada más.

 Pero entonces desapareció sin dejar huella. Ni un solo rastro ni una sola pista. Cada día recorría la desierta calle en busca de esa sonrisa que tenía prohibido olvidar. O de esa mirada azul que tanto me recordaba a la que siempre se refleja en el espejo. Nada. Emptiness.

 A los pocos días se me olvidó la sombra de su presencia y me avergoncé porque, al fin y al cabo, sólo es un perfecto desconocido y, cómo muy bien indica su significado, cabe la posibilidad de no volverlo a ver jamás. La verdad es que importa poco su ausencia, sólo fueron 3 días. Fui feliz con ese juego de miradas y esas conversaciones imaginarias sobre su secreta vida.

 Algún día, con otros nombres, en otros tiempos o en otras vidas, si nos volvemos a encontrar, le sonreiré con alegría y, quizá (sólo quizá), seré más valiente y tendré el valor de preguntarle su nombre. Así que mientras esto pase, ¿hay algún perfecto desconocido queriéndose encontrar con una sonrisa llena de ilusiones?


I bet you remember it all too well, don't you?
*Laura.

20.10.12

(sonrisas)


''Echas de menos a alguien ¿verdad? Lo llevas escrito en los ojos con unas letras enormes.''



Nominación:
Miles y miles de gracias a La chica sin reloj. Siempre te he dicho que tu blog me encanta y que espero que sigas escribiendo los pedazos textos que siempre escribes.  


Reglas:
- El que recibe el premio deberá escribir 11 cosas de sí mismos (de cualquier tema).
- El que recibe el premio deberá responder las 11 preguntas que le ha enviado quien les ha nominado.
- El que recibe el premio deberá crear 11 preguntas más para que las respondan sus nominados.
- Los nominados deberán confirmar que han recibido la nominación.


11 cosas sobre mí:
1. No puedo vivir sin mi anillo, el que llevo en la mano derecha. 
2. Adoro el inglés. Algún día me gustaría hablarlo perfectamente.
3. Suelo sonreír en los días de lluvia. 
4. Raramente me verás comer chicle.
5. Soy muy maniática con los colores de los bolis en mis libretas.
6. Tengo muchos complejos. Demasiados.
7. Si me envías una carta seré la chica más feliz del mundo. 
8. Podría pasarme horas en una librería y comprarme al menos 100 libros.
9. Cuando no conozco muy bien a una persona me puedo mostrar un poco tímida. Pero luego se me pasa.
10. No puedo irme a dormir sin antes haberme leído, al menos, un capítulo de cualquier libro.
11. A veces tengo cambios de humor muy repentinos. 


11 preguntas escritas por La chica sin reloj:
1. ¿Cuál es el último libro que has leído?
Ahora mismo me estoy leyendo 'Volver a verte' de Marc Levy. 
2. Descríbete en cuatro adjetivos
Sorprendente, diferente, soñadora, positiva.
3. Una frase que se te haya quedado en la memoria.
'Todos somos polvo de estrellas.'
4. ¿Un sábado por la noche en casa, o fuera con amigos?
Depende. Si es de esos sábados en los que llueve y hace frío, en casa sin duda. Si hace más buen tiempo, con mis mejores amigas. Pero la gran mayoría son como el primero. 
5. ¿Cómo surgió el nombre de tu Blogger?
Pues en esos tiempos, no sé porqué, se me pegó la frase de 'Don't worry, be happy'. La decía a todas horas, a cualquier persona. Y cuando decidí hacerme el blog dije: ésta, sin duda. 
6. Algo que siempre has querido hacer, pero aún no has hecho.
Ir a Londres. Es una ciudad que me maravilla pero como es algo muy común debería decir que, algo que no he hecho pero que quiero hacer, es eso de hacer un cartel donde ponga 'abrazos gratis' e ir por la calle a ver quién sería el/la valiente que me abrazara.
7. ¿Qué te gustaría cambiar del mundo en el que vives?
El 'bullyng'. Muchas personas lo han sufrido y creo que debe de ser algo muy triste y doloroso. Así que si por mí fuera, lo eliminaría totalmente.
8. Un defecto y una virtud que creas tener.
Defecto: mis cambios de humor. Supongo que a la gente le vuelve loca. (creedme, a mi también).
Virtud: sé escuchar. Es algo que le falta a mucha gente y creo que es imprescindible para ser una buena persona.
9. Una persona que signifique mucho para ti.
Mi mejor amiga, Laura. La quiero mucho y, sin duda, significa demasiado para mí. Con tan sólo mirarnos nos entendemos y con dos palabras lo tenemos todo dicho. 'Pesada no, mejor amiga.'
10. ¿Crees que el amor puede durar para siempre?
Mmmm. Interesante pregunta. Creo que sólo hay un amor que dura para toda la vida. Uno que te deja marcada para siempre o ese con el que te casas. Cada historia que tenemos o a cada persona que amamos, no significa que vaya a durar siempre. Creo que sólo hay un amor para siempre, el amor verdadero. 
11. Un recuerdo que te produzca felicidad.
¿Sólo uno?
Era un 6 de abril y los nervios me revolvían el estomago. Había miles de personas en esa sala y todas teníamos el mismo objetivo: él. Dos Laura's en el sector 109 y a unos 10 metros una voz de un canadiense que podía hacerme sonreír con tan sólo un 'hola'. Sí, estoy hablando de Justin Bieber y es que ese día, sin duda alguna, fue el mejor día de mi vida, el recuerdo más feliz que tengo. 


11 preguntas para mis nominados:
1. Una canción que signifique mucho para ti y porqué.
2. ¿Cuál es tu manía más rara?
3. ¿De qué color te sueles pintar las uñas (si es que te las pintas)?
4. ¿Qué es lo que te impulsó a escribir en tu blog?
5. Si te digo 'felicidad', ¿qué palabra se te viene a la cabeza?
6. Algún sitio dónde has estado miles de veces pero que todavía te sigue enamorando como la primera vez.
7. Tu libro favorito.
8. Qué prefieres, ¿verano o invierno? ¿Por qué?
9. Una persona que nunca has visto físicamente pero que significa mucho para ti.
10. Una frase que te haya ayudado a sobrevivir.
11. ¿Crees en el amor a primera vista?


Mis nominados:
(Sé que a algunas ya les han otorgado este premio pero es que se me hacía imposible no nominarlas también:)

Pues nada, queridos lectores, sólo os quiero decir que, sin vosotros, esto no tendría sentido. Y que os merecéis una de mis entradas, de esas largas, muuuuuy largas (no, tampoco tanto) así que dentro de unos días ya la tendréis. Y miles de gracias a esas personas que se pasan siempre, pase lo que pase, y las que comentan y las que leen y todas las personas que al menos entran en el blog y dan una vuelta. Ese simple hecho me hace muy feliz. Así que, ¡miles de graciaaaaaaas!
*Laura.

8.10.12

Son (bonitas) contradicciones.


Recuerdos demasiados bonitos acuden a mi mente cada vez que tus ojos se cruzan con los míos. Es un intercambio de información que seguro que tú también sientes. Es bueno y malo a la vez, dulce y amargo a la vez, felicidad y tristeza a la vez. Miles de sentimientos que acuden a mí con una oleada de viento y sonrisas. Por lo que pasó y por lo que no. Te giras, miro hacia otra parte, sigues recto, sonrío, que bien que me haya visto y vuelta a empezar. Es una rueda que empieza y acaba ahí. Es un ademán de alguna palabra que podría ser buena o que podría hundirlo todo. Es una mirada que transmite nerviosismo y alegría a la vez. Son contradicciones. Bonitas contradicciones que alegran mi mañana. Pero que más tarde harán remover mi estómago queriendo chillar y huir lejos. Esto es un paso más, una señal más que me quiere decir que siga adelante dice mi cabeza intentando convencer al corazón. Pero éste no se rinde. ¿Y si…? sigue insistiendo sabiendo que la respuesta es un no rotundo. Ahora estás más lejos, en otra vida más o menos feliz, no lo sé. Pero puedo intuir por tu mirada inquieta que este encuentro fugaz va a estar rondando por tu cabeza un tiempo. Y puedo intuir por mi sonrisa nerviosa que ahora me afecta pero que en dos días tu presencia se habrá esfumado completamente. En cambio, algo me dice que debo de mantenerme alerta. O quizá signifique que debo pasar del asunto. No lo sé. Sí, ya lo tengo. Es un si no te veo bien pero si te veo será mejor aún. Son contradicciones. Bonitas contradicciones que ahora ya no me alegran tanto pero sé que esta mañana me han alegrado. Así que por lo tanto sí, son bonitas contradicciones. 


''Está bien que actues como si no me conocieras pues hace tiempo que yo dejé de conocerte. Está bien que me mires de reojo pues por dentro sabemos que te arrepientes. Está bien que haya salido de tu vida pues realmente no te necesito en la mía.''

*Laura.

28.9.12

Yo sonrío, ¿tú no?


 Y entonces John la miró y se preguntó si había algo más frágil que su sonrisa. No, no creo que lo haya. Se quedó largo rato mirándola respirar suavemente a su lado. John la abrazó por detrás y hundió su cabeza en su larga melena rubia. Adoraba como su pelo estaba siempre (milagrosamente) liso, libre de enredos. Le acarició la cabeza y entonces acercó su mano a su nariz para olerla. Odio la vainilla pero adoro su olor. Lo sé, es muy raro dijo un día Lucía riéndose.
 John empezó a recordar la larga lista de rarezas de Lucía pero también recordó la (aún más) larga lista de porque la quería. De pronto, Lucía suspiró y sonrió al mismo tiempo. Estará soñando el mismo sueño de siempre se dijo John. Rosas lilas por todas partes y de en medio de todas ellas aparecía John con una azul, destacando, como siempre. Ese era el sueño que siempre, siempre tenía Lucía.
 Y volvió a sonreír. Lucía rara vez sonreía. John tenía comprobado que el 90% de sus sonrisas eran o gracias a él o hacia él. Y eso lo hacía sonreír a él también. Las sonrisas se gastan, John. Todos tenemos un número determinado de sonrisas en la vida. Por ejemplo: si has tenido una muy buena adolescencia y no has parado de sonreír, en tu vida adulta no lo harás más porque ya las habrás gastado todas. O también puede ser al revés. Mi vida cambió al conocerte, John así que quiero gastar todas mis sonrisas contigo. Esa fue la respuesta a la pregunta más difícil que John le hizo a Lucía: ¿por qué sonríes tan poco?
 John se dio la vuelta y miró el despertador. 08:13. Tres, dos, uno… Lucía se despertó. Quiso decir algo; quizá buenos días o tal vez ¿ya estás despierto? pero John la calló con un dulce beso.
-Mírame –hizo una pausa para que John la mirara a los ojos- estoy sonriendo todo el rato. Haces que sonría como una tonta y eso está mal. Harás que se me gasten las sonrisas antes de tiempo.
 Sonrió con una sonrisa que parecía sincera. Y realmente lo era.
-Te prometo que jamás se te gastarán las sonrisas. Siempre estaré ahí para hacerte cosquillas –le hizo cosquillas- o para robarte un beso y seguidamente sonreír en tu boca –le robó un beso y le sonrió en su boca–. Además, siempre te voy a querer sonrías o no.
 Porque tu sonrisa es la más frágil y la más verdadera que he visto nunca.



Gasta las sonrisas con quien verdaderamente valga la pena gastarlas.

''Once upon a time there was a boy who loved a girl, and her laughter was a question he wanted to spend his whole life answering.''
*Laura.

16.9.12

Espérame porque yo te estaré esperando.


Unos tímidos rayos de sol se asomaban por la ventana. Eran las 7 de la tarde y el cielo adoptó un tono anaranjado que recordaba a otoño. Sus rizos pelirrojos bailaban al ritmo del poco aire que entraba por la ventana. Sus mejillas pecosas se sonrojaron. Para Ariadna el otoño es la época del año que más le gusta.

 Dejó el libro que estaba leyendo sobre la cama y se asomó al pequeño balcón de su habitación. Inspiró fuertemente y pudo oler cómo los árboles se quedaban desnudos poco a poco. Las hojas marrones caían lentamente y, efectivamente, dentro de poco los árboles tiritarían de frío. Ariadna sonrió. El otoño era su estación favorita principalmente porque hacía un año habían pasado cosas maravillosas. Pero bueno, esa era otra historia.

 Volvió a entrar en su habitación. Estaba empezando a refrescar fuera. La calidez de las sábanas la envolvió como solía hacer Eric con ella. Abrió su libro por donde antes lo había dejado. ‘’Él inclinó la cabeza. Ivy habría reconocido el beso de Will con los ojos vendados, dulce, afectuoso, un beso que daba y que exigía. Conocía la curva de su labio superior, el lugar entre el cuello y el hombro donde solía descansar la cabeza, el hueco entre sus nudillos, que le gustaba reseguir con el dedo, y la forma en que su mano encajaba en la de él. Conocía y amaba esas cosas, en la misma medida que amaba el beso de Will.’’

 ''Oh, ¿Por qué todo me recuerda a él?'' pensó Ariadna. Sabía que contra más pensara en él más tardaría en llegar enero, el mes en que Eric volvía. Ariadna sonrió al ver la foto de ellos dos encima de su mesita de noche. Sus ojos medio verdes, medio marrones se iluminaron y centellaron al mismo tiempo. Lo echaba mucho de menos pero lo quería demasiado como para lamentarse de su ausencia. ''Espérame porque yo te estaré esperando'' se repetía una y otra vez las palabras de Eric para reconfortarse.

 Ariadna siguió su lectura entre recuerdo y recuerdo. Ariadna es una pelirroja peculiar. Es capaz de estructurar cada sonrisa y, si hay alguna que le gusta, sonríe ella también. También tiene la habilidad de recordar un olor para siempre. Es especialista en disfrutar los pequeños, pequeñísimos momentos y revivirlos en su mente una y otra vez. Ariadna es una chica pecosa y pelirroja. Tiene algo, no sé el qué, que la hace preciosa y especial a la vez. Ariadna es una persona feliz y, está demostrado: las personas que son felices tienen algo que atraen a la gente. Algo mágico, quizá. 


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''Please don't tell me that I'm dreaming.''
*Laura.