30.4.12

Déjame volar.


-¿Estarías dispuesta a cruzar el mar a nado por mí?
-¡Claro que sí! Y lo sabes…Pero, por favor, no te vayas –un sollozo salió de su pecho amenazando tormenta.
-Entonces déjame que me vaya y, después, ven a por mí –él sabía de sobras que Katy nunca haría eso.
Después de un interminable silencio, Katy pronunció otra vez:
-No te vayas… -fue un susurro, apenas se oyó.
‘’A eso se le llama dependencia’’ pensó él. Está claro que no la quería dejar sola en este país, sin dos brazos para consolarla pero sabía que si se quedaba acabaría todo peor. Más vale un corte de raíz a que la rosa se vaya marchitando día a día. Ese viaje al extranjero era la mejor oportunidad para dejar las cosas en su sitio. La había querido, más de lo que un día pudo imaginar, pero estaba claro que no estaban hechos el uno para el otro. Él, apasionado y valiente buscando la felicidad en cada esquina no contrastaba con ella, salvaje y emotiva desprendiendo belleza por todas partes.
-Katy debo tomar este vuelo en cinco minutos. No lo hagas más duro para mí. Te quiero, pero los polos opuestos no siempre se atraen.
-No, no, ¡no! Debes quedarte, sabes que juntos podemos solucionarlo, es cuestión de tiempo.
-¿Más tiempo? Llevamos más de 10 meses así, se me está haciendo muy pesada esta historia. Tengo que irme, se está haciendo tarde. Te deseo lo mejor –y se alejó, así, dejándola sin nada, sin ese buenos días cada mañana, sin esa llamada en el momento justo, sin todas las caricias que la hacían estremecerse. Pero todo esto, Katy, ya lo sabía. Sabía que algún día él se iría de repente y que le dolería pero que más tarde lo superaría. Es la misma historia de siempre pero con sonrisas diferentes.
-Yo también te deseo lo mejor –le dijo aunque él no la pudiera escuchar. ‘’Aunque fuera uno más lo he querido demasiado como para no desearle que sea feliz con alguien más’’.  













*Laura.

23.4.12

¿Aceptas?


-Ahora mismo somos dos perfectos desconocidos pero en cuanto nos conozcamos ¿podemos hacer un trato? Consiste en conocernos bien, en sonreír tímidamente, en envolver el ambiente en preguntas como ¿será feliz?, ¿querrá ser feliz conmigo? Tenemos que pintar un arcoíris cada vez que nos veamos, soñar despiertos, encontrarnos en medio de la nada. Esto será bueno para los dos; tú te podrás enamorar de mí y yo de ti. Será bueno porque nos sacará de este pozo sin fin, nos hará felices, nos hará creer en algo: algo mágico. Primero, antes de todo esto, debes encontrarme. Tiene que ser algo natural, casual. Tiene que parecer un accidente, algo no buscado. Pero en cuanto me mires, tus ojos deben transmitir un ‘’por fin estamos aquí, juntos’’. Después tienes que hacer que me enamore locamente de ti porque tú ya estarás enamorado de mí. Un beso en un portal, un mensaje inesperado, una rosa en un día importante; pequeños detalles que me harán enamorarme de ti. En cuanto tengas todo esto no debes de soltarme nunca, tienes que guiarme hacia el buen camino cuando pierda el norte. Debes dejarme hacer mis propios planes pero recordarme que tú debes estar en ellos. Hacerme reír, como nadie. Sonreír, sin control. Deberás comprender que no soy una más del montón, que si quiero, puedo llegar a ser alguien especial. Atención: no te prohíbo romperme el corazón pero debes hacerlo con cuidado. Es frágil y ya ha sido manoseado varias veces. Ahora bien, si yo rompo el tuyo, no te rindas porque yo aún te querré. Si te digo ‘’vete’’, aléjate un poco, pero luego vuelve. Puede haber reconciliación o si quieres saltarnos el paso de romper los corazones pero debes saber que nada es para siempre y que por mucho tiempo que pase habrás formado parte de algo muy especial. ¿Aceptas las reglas?

-Siempre y cuando no me las cambies.

-De acuerdo perfecto desconocido. Empecemos. 


Relato ganador del concurso Literario de mi instituto: http://dontworrybehappy-lauramehsm.blogspot.com.es/p/entra-en-otro-mundo.html
¡Feliz día de Sant Jordi!
*Laura.

21.4.12

Premio.

Muchísimas gracias a Nancy por este maravilloso premio. Hacía tiempo que no me daban ninguno y, este, me ha hecho mucha ilusión. Quiero agradecerle que siempre me esté comentando, ayudando, dándome su punto de vista. Eso para mí es muy importante y más de una vez sus comentarios me han sacado una buena sonrisa. Así que simplemente gracias. 

Mis nominadas son: JulietaMoonLittle dreamerYaizaPatySoñando Despierta!J.R y Macarena
Condiciones: La premiación se basa en conceder el premio a las personas que te alegran el día, comentando en tu blog, así que elige a 8 personas y mándalas un comentario para que sepan que han sido elegidas ¡Y estas deben seguir la cadena! 
(Las personas que no están aquí no significa que no sean importantes para mí: al contrario pero es que sólo puedo elegir a 8.) Gracias a todas. Sin vosotras esto no tendría sentido.

(Para coger la foto hacer clik sobre ella y guardarla)

*Laura.

15.4.12

Find your inspiration.


Sería bueno si hubiera alguien aquí, en mi mente. Algunas palabras que me susurro serían buenas para expresarlas en un papel y luego enviarlas, como si fuera una casualidad. Montones de hojas abarrotan mi escritorio expresando cosas que no me pasan a mí, que no me pertenecen. Tan sólo son sentimientos que me gustaría sentir. Canciones de amor que antes eran importantes y ahora me son indiferentes. Y otra vez la misma canción de siempre pero con un toque de ironía: ¿alguien nuevo podría aparecer en mi vida? Por favor y gracias. Caras felices que ahora se convierten en simples caras. ¿Se podría olvidar el pasado? Demasiadas preguntas sin respuestas. 


La misma sonrisa de siempre gastada por el tiempo.
*Laura.

9.4.12

Desde el asiento de atrás, con amor.


 Marcos. Última fila. Tercer asiento. Al lado de la ventana. La observaba cada día. De lunes a viernes. De 8’15 de la mañana hasta las 5’15 de la tarde. Cada segundo, cada minuto, la amaba más. Primero se enamoró al verla en primaria, con sus grandes ojos azules. Era una niña encantadora. Siempre jugando y ayudando a sus compañeros de mesa. Sí, sólo de mesa. No compartía su pegamento ni su estuche más amplio, con alguien cualquiera. Sólo con los de su mesa. Y, por suerte, él estaba ahí, enfrente de ella. Compartiendo lapicera, pegamento e incluso bolis brillantes. Y ahora él estaba ahí, al fondo de todo (como siempre), observando su larga melena morena desde la última fila, el tercer asiento, al lado de la ventana.

 Marta se sentaba en primera fila. Siempre atenta, siempre decidida. Escuchando a cada profesor que se sentaba ahí, en frente suyo, y tomando nota de sus largas charlas aburridas de siempre. No era ni la más popular ni una pringada. Tenía a sus amigas, ni muchas, ni pocas: las necesarias. Tampoco era de ligar con chicos. Es más, nunca había tenido novio. Pero sí que estaba enamorada. Cree que desde que tiene memoria. Siempre lo ha querido. Marcos, se llama. Se acuerda que en primaria se sentaba en frente suyo. Se enamoró de esos ojos verdes. También se acuerda que le dejaba prestado todo: su lapicera, su pegamento e incluso sus bolis brillantes. A nadie se los quería dejar. Sólo a él. Y ahora estaba ahí, en primera fila, girándose cada dos por tres, para ver que seguía ahí, en la última fila, al lado de la ventana. Alguna que otra vez lo pilló mirándola y lo único que le hizo fue sonreír. Pero con ese único gesto, era más que suficiente.

 Se veían por los pasillos, en los cambios de  clase y tan sólo compartían un ‘’hola, buenos días’’. Se veía de lejos que estaban destinados, cada vez que sus ojos se buscaban con ansia pero se encontraban tímidamente. Mejillas sonrosadas y sueños e ilusiones volando por todas partes. Alguna que otra vez ella le había dedicado una sonrisa con alguna que otra intención pero él, tonto y embobado, tan sólo soñaba despierto con esa sonrisa y esos labios. Le hubiera gustado mucho besar esos labios, y a ella, por supuesto, también. Pero ninguno de los dos tuvo el coraje suficiente como para lanzarse. Los dos, completos inútiles, sin hablarse ni dirigirse la mirada, se querían con locura. Pero ninguno de los dos lo sabe. Hasta aquel día. Un día de lluvia cualquiera gracias a un paraguas. Un bonita historia que empezó con muchas ganas y que, seguramente, aún no habrá acabado ni acabará nunca. 


Se querían. Se querían con locura. 
*Laura.

3.4.12

Ella tiene que volar.


Golondrina la llamaban y, es que en cierta manera, era como si lo fuera. Siempre arriba y abajo, de un lado para otro, pero siempre con una sonrisa. A Golondrina le querían romper las alas, dejarla tirada, casi muerta para no ver la sencillez en su rostro. Pero Golondrina era una chica lista, no se dejaba engañar por nadie y nunca, nadie, consiguió quitarle sus ganas de vivir. La vida le puso muchos impedimentos para ser feliz: separaciones, peleas, sufrimientos por todas partes. Pero ella, astuta y audaz, supo superarlo con unos cuantos días de bajón y después sonriendo como diciendo ‘’aquí no ha pasado nada’’. Golondrina sabía enamorar, Golondrina sabía cómo hacer que la extrañaran; unos ojos grandes, negros y un perfume embriagador. Pero cuidado: Golondrina no se debe enamorar, no hasta que el adecuado no llame a su puerta. Era especial, con sus manías, sus defectos pero eso la hacía única. Debes tener mucho cuidado con Golondrina: no muerde, pero pica. Si la haces enfadar abrirá sus alas y se abalanzará contra ti. Ella es libre, no tiene reglas; nadie la atará, ella tiene que volar. Golondrina es pequeñita pero la grandeza de su sonrisa es más potente que cualquier otro pájaro. Golondrina la llamaban y, es que en cierta manera, lo era.


Siempre vuela hacia arriba, nunca hacia abajo. 
*Laura.